Jesús y el lienzo doblado
La historia bíblica de la resurrección de Jesús nos brinda un detalle fascinante: cuando María Magdalena llegó a la tumba y la encontró vacía, notó que el lienzo que cubría la cabeza de Jesús había sido doblado y separado de las tiras de lino restantes. Este gesto tiene un profundo significado en la cultura judía. Según la tradición judía, cuando un siervo prepara la mesa para su amo, debe esperar hasta que el amo haya terminado de comer antes de sentarse a comer. Si el dueño se levanta y deja el lienzo doblado, significa: “Volveré”. En cambio, si el dibujo está arrugado significa “ya terminé”. Cuando Jesús extendió el sudario, dio un mensaje claro: su obra aún no había terminado. Prometió que volvería. Tan pronto como el dueño judío deja la ropa doblada sobre la mesa, Jesús nos asegura que volverá. Su resurrección no fue el final sino el comienzo de una nueva vida y la promesa de un futuro por venir. Es un recordatorio de esperanza y vida eterna. Por lo tanto, el lienzo enrollado en la tumba de Jesús simboliza Su victoria sobre la muerte y la promesa del regreso. Es un gesto lleno de significado y esperanza para todos nosotros.
Desde una perspectiva teológica, el gesto de doblar la ropa ante la tumba de Jesús tiene muchas interpretaciones profundas:
La Promesa del Retorno: Como mencioné anteriormente, el lienzo doblado simboliza que Jesús no ha terminado Su obra. Tan pronto como el dueño de casa judío dejó ropa doblada sobre la mesa como señal de que regresaría, Jesús nos aseguró su regreso. La resurrección no es el fin sino el comienzo de una nueva vida y la promesa de su futuro venidero. Victoria sobre la muerte: El paño doblado simboliza la victoria de Jesús sobre la muerte y el pecado. Al resucitar de entre los muertos, demostró su poder y autoridad sobre todo lo que nos separa de Dios. Esperanza y vida eterna. Este gesto nos recuerda que nuestra esperanza no está en este mundo temporal, sino en la vida eterna que ofrece Jesús. Nos invita a creer en sus promesas y vivir con la confianza de que algún día estaremos con Él. En resumen, el cuadro plegable es un símbolo de esperanza, victoria y promesa de un futuro glorioso.