«Perseverando hacia la Meta en Cristo Jesús»
Pasaje Bíblico: Filipenses 3:13-14 (NVI):
«Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.»
Explicación desde una Perspectiva Evangélica
Este pasaje de la carta de Pablo a los Filipenses resalta el enfoque y la determinación del apóstol en seguir a Cristo. Desde una perspectiva evangélica, consideramos los siguientes puntos:
Orientación hacia Cristo:
Pablo expresa su firme determinación en seguir a Cristo y alcanzar la meta espiritual que Dios tiene para él. Para los evangélicos, el centro de la vida cristiana es la relación personal con Jesucristo y el crecimiento espiritual en conformidad con Su voluntad.
Renovación Constante:
El apóstol enfatiza la necesidad de dejar atrás las preocupaciones del pasado y concentrarse en el progreso espiritual futuro. Esto implica un enfoque en la transformación personal mediante la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo.
Perseverancia en la Fe:
El «premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» es una referencia a la recompensa celestial y la vida eterna que aguarda a los creyentes. Los evangélicos creen en la salvación por gracia a través de la fe en Jesucristo, y este pasaje anima a perseverar en esta fe hasta el fin.
Aplicación Práctica
Desde una perspectiva evangélica, este pasaje nos desafía a:
Mantener una perspectiva centrada en Cristo en todas las áreas de nuestra vida.
Renovar nuestra dedicación diaria a seguir a Jesús y a obedecer Su Palabra.
Dejar atrás cualquier cosa que nos impida avanzar en nuestra fe y relación con Dios.
Vivir con esperanza en la promesa de la vida eterna y la recompensa en Cristo.
En resumen, Filipenses 3:13-14 nos anima como evangélicos a mantener un enfoque claro en Cristo, perseguir la santidad y confiar en la promesa de la vida eterna en Él. Es una llamada a una vida de fe activa y comprometida con el Señor, en preparación para el día en que estaremos con Él por toda la eternidad.